lunes, 6 de abril de 2009

CANCERBERO SEC 1

Hola a todos, sigo currando en la planificación y el story board. Me lo tengo que hacer yo todo así que vereis que los dibujos son notablemente cutres. Pero ahí os lo dejo como adelanto. Espero que os guste.


jueves, 2 de abril de 2009

DIARIO DE PRODUCCION

Hace ya algún tiempo desde la última entrada en este blog, pero ciertamente se han producido pocas novedades dignas de mención en las últimas semanas.

He estado trabajando en la planificación y el story board y esto me ha provocado no pocos quebraderos de cabeza. ¿Por qué? Pues para aquellos que no estéis muy vinculados al mundo de la dirección o del audiovisual os contaré que como convención (y solo como hipótesis para hacer un acercamiento) calculo que como término medio, en una jornada de rodaje se pueden hacer entre 10 y 15 planos. 15 ya es una buena cifra, para que os hagáis una idea cuando se dice que se han conseguido 20 planos por jornada ya es una machada que habrá dejado al equipo extenuado después de 16 horas de rodaje.

Siempre habrá quien, al leer esto, piense que no es cierto lo que escribo, que se pueden hacer muchos más. Es cierto, hay circunstancias y circunstancias, cómo ilumines, si son exteriores o interiores o si llevas más de una cámara. Pero si suponemos que iluminas dándole un tiempo más que prudencial al director de fotografía, los tiempos son aceptables y no hay demasiados inconvenientes (en un rodaje hay millones) puedes hacer esos estupendos 15 planos de los que hablábamos.

Pues bien, si contamos con un guión de 20 páginas, (tengo que reducir al menos un par de paginas como sea) eso equivale aproximadamente a unos 20-22 minutos de película sin títulos de crédito, he hecho una primera aproximación en la planificación, siendo conservador, de unos 106 planos (curiosa coincidencia). Con una simple división 106/15 tenemos que necesitaría al menos 7 días de rodaje, muy lejos de los 4 inicialmente planteados y presupuestados.

Esta es una de las situaciones que me está machacando y que todos aquellos que ansían ser directores deben temer pero a las que irremediablemente van abocados. Reducir planos, cortar páginas, eliminar secuencias y hacer un ejercicio de ahorro narrativo, no vean lo cabrón que es…eso sí se disfruta cual sadomasoquista que no sabe si decir basta o pedir más.

La disyuntiva es clara y aterradora, ¿Me empeño aún más contratando al menos 6 días de rodaje o dejo la historia en calzoncillos? ¿Reduzco planos haciendo planos secuencia y eliminando detalles o recorto desarrollo de guión? Son cuestiones interesantes para plantearse si no estuviese a falta de 6 o 7 semanas del rodaje.

No sé qué me asusta más, si la idea de endeudarme en un momento en el que la economía global se desmorona, o el hecho de que la historia se vea perjudicada por falta de medios y tiempo o incluso que pueda sufrir una cancelación definitiva (no quiero ni planteármelo).

Este es mi quinto cortometraje, pero nunca me había enfrentado a una cosa de estas dimensiones. Los rodajes habituales en los que he estado, tanto como director como ayudante de dirección siempre han sido de un par de días y de un presupuesto absolutamente modesto, pero esto significan unos cuantos peldaños más y mirar para abajo ya empieza a dar un poquito de vértigo y piensas que desde ahí la caída sí te puede hacer pupita.

Tantos frentes abiertos, los problemas de financiación, la falta de experiencia (nunca se tiene bastante), las inseguridades creativas, así como las de logística (gracias a Dios cuento con un buen Director de producción, bufff) hacen que en estos momentos el trabajo como director no sea tan bucólico como cuando veías aquella peli y pensabas: “yo quiero hacer eso, yo quiero contar historias así, voy a ser director de cine”.

Dejando ya los problemas de planificación de lado muchos otros frentes esperan solución. Por ejemplo el albinismo de Eli, la protagonista. Cuando escribí la historia a lo mejor me lo hubiese pensado dos veces si llego a saber las movidas que representa caracterizar un albino.

Para empezar, es imprescindible que la actriz sea blanquita de piel, facilitará bastante el proceso de maquillaje. Por otro lado está el pelo. No vale cualquier peluca de pelo frito artificial porque parecería una verbena y solo causaría risa. Las pelucas mejorcitas y que valen exponencialmente al adjetivo que empleemos tampoco llegan a la calidad buscada, suelen levantarse un poquito en la zona de la frente o abultarse y el pelo sigue sin ser el adecuado.

El pelo de una peluca blanca suele ser de yak y queda como pelo cardado, tampoco sería el adecuado para ser creíble. Así que una de las soluciones se trataría de una peluca natural, hecha pelo a pelo y a medida de la actriz con autentico pelo humano. (Una pastuza, lo menos entre 1000-1200 aprox) ¿Y de donde se saca pelo humano blanco? Efectivamente, lo habéis adivinado, de gente mayor, por lo que suelen ser de una longitud más bien escasita para una niña adolescente como Elí.

Y ese no es el único varapalo que sufre nuestra querida albina, sino que colocar y quitar la peluca puede llevar de cuarenta minutos a una hora, ¡¡cada operación!! Lo cual, si sumamos el tiempo de maquillaje de albinismo (no se cuanto pero más de media hora seguro) me reduce la jornada operativa con la actriz principal dos horas fácilmente, sino más. Dado que Julieta, la actriz que dará vida a Eli, tiene compromisos laborales, la labor del ayudante de dirección (pobre Aure) se verá complicada un pelin.

Así que tenemos, por un lado todos estos inconvenientes tirando de mi hemisferio izquierdo y mis ganas de que Eli se albina por otro. ¿Quién ganara? Pues como nadie me dé una solución ya imagináis quíen, ¿no?

Ha habido quien me ha preguntado “¿realmente es necesario que sea albina?” Hombre, la historia se contaría de igual forma pero si tenemos en cuenta que Simón es un fanático religioso y piensa que el albinismo de Eli es una marca de Dios para identificarla como un demonio…

Ahora mismo el proceso de preproducción está arrancando de nuevo y tengo que llamar a todo el equipo que se formó para el primer intento en noviembre y asegurarme de que todos pueden en las fechas que barajo, así como las localizaciones que se buscaron. ¿Qué fechas? La semana del 19 al 24 de mayo suena con fuerza. Crucemos los dedos y a llamar se ha dicho.

De momento, esta noche seguiré con el story hasta donde mis ojos y mi cansancio me permitan, que por cierto colgaré una muestra en cuanto tenga un scaner a mano .


Mientras tanto sed buenos , coméoslo todo y no olvidéis frotar detrás de las orejillas.


Txakra